jueves, 17 de mayo de 2012

Explicación de la crisis: lucha entre opresores y oprimidos


Los poderosos están tensando la cuerda hasta colocarla al borde de la ruptura. La actual crisis no es otra cosa que un intento desesperado de los amos de siempre por mantener su poder, utilizando esta vez la estrategia del desastre, llevando a los pueblos hasta el límite para poder así justificar la existencia de gobiernos fuertes y poderes especiales, suprimiendo derechos y conquistas históricas populares. 

La guerra entre opresores y oprimidos tiene batallas visibles y abiertas, como las recientes o actuales de Egipto, Túnez, Libia, Siria y Yemen, y otras más ocultas y silenciosas, como las que se desarrollan en países como Gracia, España y muchos países de todo el mundo, entre los cuales hay no pocos que se autotitulan democráticos pero que, en realidad, son dictaduras camufladas de partidos políticos, profesionales de la política y grandes corporaciones que sustentan el dominio y el expolio de las sociedades. 

Ante las rebeliones desatadas en todo el mundo, donde los ciudadanos quieren sacudirse el dominio de sus ineptos e injustos amos para instaurar, en lugar de las tiranías camufladas de democracia, verdaderas democracias de ciudadanos, sometidas a control cívico y al imperio de la ley, los dominadores responden, a través de los mercados y de los gobiernos que controlan, cunduciendo a las sociedades hasta la crisis, la pobreza y el caos, para que el mismo pueblo reclame poderes especiales que impongan disciplina y restaure el ancestral dominio de los amos sobre los esclavos. La corrupción extrema de los gobernantes, el endeudamiento extremo, el despilfarro y el expolio de las arcas públicas no son otra cosas que estrategias de los dominadores y explotadores para ganar la guerra contra el pueblo rebelde que quiere justicia y decencia. 

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