viernes, 30 de noviembre de 2012

Ansar

El ex-presidente  AZNAR publica lo siguiente en su libro de memorias: 

“La primera vez que supe que no era un ser humano corriente, lo recuerdo bien, fue cuando ETA voló mi coche conmigo dentro. Salí de allí, envuelto en llamas, y pensé: ¿cómo es posible que haya sobrevivido? Nadie se lo explicaba. Los médicos no encontraban una respuesta, tampoco mi personal de seguridad. A todo el mundo le pareció… milagroso. Esa noche soñé con Dios. Era una luz, no tenía rostro, pero sí voz. Me iluminó con su haz y me dijo: “Jose Mari, si te he salvado es porque te necesito vivo para que lideres a la humanidad”. Me dijo un par de cosas más, pero son personales. Aquella experiencia me cambió, por supuesto. Desde entonces soy mucho más humilde.” 

Próximo programa: ¡Alerta, privatizan la sanidad!

Esta tarde de viernes, como no podría ser de otra manera, hablaremos de sanidad pública. Radicalmente en contra de la privatización.








Puedes escuchar el programa aquí:





También disponible, con más calidad de sonido, y sin publicidad en:

http://archive.org/details/30-11-12alertaPrivatizanLaSanidad

sábado, 24 de noviembre de 2012

ASÍ SE DESMONTA UN SERVICIO PÚBLICO



ASÍ SE DESMONTA UN SERVICIO PÚBLICO


El proceso de desmontaje de un servicio público suele ser largo pero termina siendo más sencillo de lo que parecía inicialmente, basta con un poco de tiempo y dedicación, y con seguir fielmente los manuales al uso. La práctica ha llevado a la perfección y la resistencia al proceso parece bastante disminuida en una sociedad civil como la nuestra, desarmada moralmente y sin la necesaria conciencia de clase.

En esta sociedad sólo puedes pertenecer a una de las dos clases existentes: los que pagan y los que disfrutan. Las dificultades que el poder político y económico puede prever antes de empezar se suelen ver minimizadas por la escasa o nula resistencia que al final ofrecemos.

Y esos manuales indican claramente las fases que deben seguirse para el completo éxito de la misión, porque de eso se trata en el fondo, de una misión, con un fin determinado y con unos objetivos intermedios claros, que se pueden medir y, por supuesto, con una posibilidad real de ser alcanzados. Dichas fases se pueden resumir más o menos de esta manera.

1.-Cuestionamiento del servicio público, derribar el tabú: se plantea un discurso en el que el servicio público pasa de ser un derecho a un lujo, tal vez asumible en tiempos de bonanza económica, pero sobre el que nunca se podrá asegurar su existencia. Deber calar hondo en la sociedad que este derecho pasará de ser fijo a variable.

2.-Fase de crítica, no funcionan bien, son caros y deficitarios: para justificar lo anteriormente dicho, se inicia el acoso y derribo con argumentos normalmente de dos tipos: económicos y de rendimiento; por un lado, se critica el precio y, por otro, la eficacia del servicio.
Se hace referencia continúa al mito de la poca eficacia del sector público en general y se abunda en el concepto de que un servicio público no debe ser deficitario, sustituyendo hábilmente la necesidad de ser sostenible por la exigencia de obtener beneficios económicos (olvidando, a sabiendas, que la condición real para ofrecer un servicio público debe ser asegurar que la prestación del mismo no ponga en peligro su supervivencia).

3.-Disminución de recursos, medios, sueldos: obviamente la fase anterior puede provocar una fuerte resistencia que debe ser quebrada, para hacerlo existe un medio que resulta infalible, la disminución de recursos. Los servicios públicos terminarán por ser criticables de manera objetiva si los medios con los que cuentan no son suficientes para prestar dicho servicio al conjunto de los usuarios que se benefician de ellos.

4.-Desmotivación de los profesionales: asociada a la fase anterior, se aplica un empeoramiento drástico de las condiciones de trabajo de los profesionales, materializado en peores sueldos y horarios, y en menos recursos para ser empleados, lo que provocará en muchos casos el estrés y la desmotivación de los profesionales.

5.-Reforzamiento en la crítica, predicción autocumplida: cumplimiento fielmente los dos puntos anteriores, los críticos del servicio público podrán ganar ahora el debate planteado con argumentos objetivos y técnicos ya que, por medio de la disminución de los recursos y la desmotivación de los profesionales, podrán ver confirmadas sus quejas sobre el pobre nivel del servicio público objetivo del ataque.

6.-Sustitución. Todo el proceso tiene siempre un fin claro, la sustitución del servicio público por una “externalización” privada, más cara para los usuarios pero muy rentable para los proveedores del servicio privados. Apoyada en fuertes subvenciones públicas, que pueden aplicarse dotando de medios logísticos, como los mismos edificios donde éste se preste, o de exenciones y rebajas fiscales de todo tipo a los afortunados con la concesión correspondiente.

De este modo, al final del proceso nos encontramos con que un servicio público que considerábamos inviolable ha pasado a convertirse en un producto, al que se puede o no tener acceso; los residuos públicos de ese servicio se convierten en algo caritativo, ofertado a la gente sin recursos, de tal modo que no pueda ser exigido un mínimo de calidad, ya que el servicio así ofrecido como una limosna no puede ser cuestionado. Los usuarios no podrán quejarse ya que, como ocurre con las limosnas, al menos reciben algo, y algo es siempre mejor que nada.



Rebelión 

Los beneficiarios de la privatización de la sanidad madrileña



Tres son las principales empresas que gestionan hospitales en la Comunidad. La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública denuncia que sus convenios cuestan a los madrileños entre 7 y 8 veces más que los centros públicos, en peligro tras las últimas medidas de Ignacio González


El personal sanitario de Madrid está en pie de guerra en protesta por las últimas medidas anunciadas por el presidente Ignacio González, que se estrenó como sustituto de Esperanza Aguirre anunciando el euro por receta y su intención de "externalizar" servicios en seis hospitales públicos. Además, también planteó la reconversión de La Princesa en un centro exclusivo para mayores de 75 años y del Carlos III en uno de media y larga duración, entre otras cuestiones. Desde aquel 31 de octubre, médicos, enfermeros, auxiliares, administrativos y pacientes han protagonizado concentraciones, manifestaciones y encierros en casi todos los centros de la comunidad en contra de lo que consideran una "privatización encubierta" de la sanidad pública madrileña.



No obstante, sus reclamaciones no son nuevas. Con Aguirre ya vivieron el nacimiento de los "hospitales públicos de gestión privada", que -como su propio nombre indica- son financiados por la Comunidad de Madrid pero dirigidos por empresas que, en ocasiones, no se dedican en exclusiva al sector sanitario. 

Ahora, los miembros de la denominada marea blanca temen que la "externalización de servicios" anunciada por González en seis hospitales públicos (Infanta Leonor, Infanta Sofía, Infanta Cristina, Tajo, Sureste y Henares) sea sólo el inicio de su privatización. Y la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) ha puesto nombre y apellidos a los posibles compradores de dichos centros.

Son tres las grandes compañías que, a día de hoy, "se reparten las concesiones de los centros sanitarios", según la Fadsp: Capio, Ribera Salud y USP-Quirón. De hecho, las tres se autodenominan -respectivamente, en sus páginas web- como "el mayor grupo sanitario privado español", "el grupo empresarial de gestión sanitaria líder en el sector de las concesiones administrativas" o "la mayor red hospitalaria privada de España". Los tres, además, tienen otra cosa en común: su relación con empresas y fondos de capital riesgo de Reino Unido.

Capio y CVC Capital Partners

La primera de ellas, Capio, gestiona cuatro hospitales de la Comunidad: el Rey Juan Carlos, de Móstoles; el Infanta Elena, de Valdemoro; el Hospital Público de Collado Villalba; y la Fundación Jiménez Díaz. Este último supone un caso especial, ya que su gestión es semiprivada desde hace más de 60 años. Aunque rehúsan dar una cifra absoluta, fuentes de la compañía aseguran que "la financiación pública de Capio es el 65%". 



En cuanto a su accionariado, el 80% de pertenece a CVC Capital Partners, un fondo de capital riesgo británico, con sede en Luxemburgo, que engloba a otras empresas de distinta índole como Abertis (infraestructuras y telecomunicaciones), Cortefiel (textil), o la telefónica 'R'.

Algunas fuentes han asociado recientemente a Capio con dirigentes del Partido Popular, como el exconsejero de Sanidad de Aguirre, Manuel Lamela, el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, o María Dolores de Cospedal y su marido, Ignacio López del Hierro. No obstante, la compañía ha desmentido a Público dichos "bulos y rumores sin fundamento" y ha asegurado que ningún líder conservador tiene relación con su empresa. La propia secretaria general del PP también salió ayer a defender su no vinculación con el grupo privado, informa Efe. "Son bulos y panfletos falsos que cobardemente se amparan en el anonimato", denunció Cospedal. 

"Es cierto que trabaja con nosotros Teresa Echániz [hermana del secretario de Sanidad del PP y consejero del ramo en Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz], pero empezó después de que su hermano dejara de ser consejero de Aguirre y antes de que lo fuera en Castilla-La Mancha", explican dichas fuentes. "Además, parece que por ser familiar de alguien ya no tienes derecho a trabajar en tu propia profesión", criticaron.

Ribera Salud: Adeslas+Sanitas+CAM+Bancaja

Ribera Salud es otro de los principales grupos de Sanidad privada del país. En Madrid sólo gestiona -desde 2011- el Hospital de Torrejón y la sociedad BR Salud, gestora del servicio de Laboratorio Central del Hospital Infanta Sofía, "que da cobertura a seis hospitales públicos y a más de 1.200.000 personas", según informan en el dossier informativo de su web.

Este grupo fue el primero en implantar en España el "modelo Alzira", nombre de la localidad valenciana donde se construyó, en 1999, el primer hospital público con concesión administrativa. Es el Hospital de la Ribera, cuya dirección se basa "en cuatro pilares fundamentales: propiedad pública, control público, financiación pública y gestión privada".



La coorporación está "participada al 50% por las cajas de ahorros Bancaja [actualmente, la rescatada Bankia] y CAM [Caja de Ahorros del Mediterráneo, también disuelta]", informa la compañía. 

Según la Fadsp, Ribera Salud también está asociada a las aseguradoras privadas Adeslas (ligada a la sociedad Goodgrower) y Sanitas (ligada al grupo BUPA Internacional Health Insurance, la mayor compañía británica de asistencia y seguros privados sanitarios).  

USP-Quirón y Doughty Hanson

El Hospital Universitario Quirón de Pozuelo de Alarcón es el único del grupo presente en la comunidad. No obstante, el grupo USP-Quirón posee centros en Barcelona, Bilbao, Bizkaia, Málaga, Pamplona, Donosti, Valencia, Torrent y Zaragoza. 

Los centros Quirón son privados, aunque -como explican en su memoria anual- su "actividad asistencial se desarrolla en tres segmentos de mercado: los clientes privados, las compañías aseguradoras y las instituciones públicas". Estas últimas les derivan pacientes procedentes de los servicios públicos y mantienen otros convenios como el que la Consejería de Educación de Lucía Figar mantiene para que los titulares del Carné Joven puedan obtener "condiciones preferentes en intervenciones de corrección de miopía, astigmatismo e hipermetropía" en el Quirón-Madrid. 

En cuanto a su accionariado, el grupo ha sido recientemente vendido a la compañía británica de capital privado Doughty Hanson&Co.



"Peor y más cara"
Según la plataforma pro-defensa de la sanidad pública, estos son los tres grandes grupos que comparten "intereses" en la privatización de la sanidad madrileña. Ello plantea serios problemas, como ya señaló el diario El País: ¿Qué pasa con los pacientes si el accionariado de estas empresas quiebra? "Se pone en riesgo la atención sanitaria de un sector importante de la población", señaló el presidente de la Fadsp, Marciano Sánchez Bayle, al citado periódico. 

Las concesiones de los hospitales tienen vigor durante un mínimo de 30 años
Además, según denuncian esta asociación, los grupos de la oposición, los sindicatos sanitarios y los trabajadores, con la "externalización de servicios" que promueve el Ejecutivo regional no se consigue el ahorro pretendido. Mientras el consejero del ramo, Javier Fernández Lasquetty, continúa defendiendo -basándose en el modelo implantado por Aguirre en los últimos años- el "ahorro estructural" que suponen los hospitales concesionarios, la marea blanca permanece intentando demostrar y rebatir dichos argumentos.

Fadsp: "La Comunidad quita presupuesto a los públicos en beneficio de los privados"
"Estos centros cuestan a los madrileños entre 7 y 8 veces más que los de gestión tradicional", afirma la Fadsp. "Las empresas propietarias de los ocho nuevos hospitales no sólo han recuperado ya el 100% de la inversión (840 millones de euros), sino que ests año ya sumarán 150 millones de euros de ganancias. Hasta 2037 -que finalizará la concesión con la Comunidad- todo serán beneficios", explica en su web la Coordinadora Anti-Privatización de la Sanidad Pública de Madrid (CAS-Madrid). Mientras dichas empresas -a las que la Administración pública seguirá pagando durante casi 30 años más- comenzaban a enriquecerse con su nuevo negocio, "se han cerrado cientos de camas en los hospitales públicos", denuncia CAS-Madrid.

Además, la Fadsp asegura que "el Gobierno de la Comunidad disminuye el presupuesto de los hospitales públicos para el año 2013 e incrementa la financiación de los privados". "Los centros que se benefician de un fuerte incremento son los de Valdemoro (Capio), Móstoles (Capio) y Torrejón (Ribera Salud)", detalla la plataforma. Pese a ello, "tendrán camas mucho más caras que La Princesa, cuyo presupuesto se rebaja", lamentan. ¿Los precios? "442 euros por persona en La Princesa, frente a los 505 de Valdemoro, los 592 de Móstoles y los 586 euros de Torrejón. "Los hospitales públicos de gestión privada sólo sirven para el estrangulamiento a los presupuestos públicos", confirmó también el diputado de IU-Los Verdes, Rubén Bejarano, el jueves pasado, en el pleno de la Asamblea de Madrid, informa Europa Press.



Pero el motivo que más indigna a la marea blanca es el que tiene que ver con sus pacientes, y no sólo el que afecta a sus bolsillos. "Cuando el lucro entra en el sistema, lo primero que sale de él es la calidad asistencial", denunció a este diario un trabajadora de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (Afem). Los datos que aperecen en las memorias de 2011 confirman su teoría. Por ejemplo, el grupo Capio tuvo un volumen de negocios de 672 millones de euros. En cinco centros de Madrid, atendió 226.158 estancias y 53.810 intervenciones quirúrgicas. También en 2011, sólo La Princesa -que recibió 158 millones de euros de los presupuestos regionales- realizó 23.556 intervenciones. En cuanto al personal, Capio tiene 3.985 empleados en sus cinco centros de Madrid. La Princesa, 2.135.

Pese a todo, los hospitales de gestión semiprivada inaugurados por Aguirre y extendidos ahora por González ya atienden a uno de cada cuatro madrileños.

Extraído de:

Los trabajadores de TVE denuncian "prácticas intimidatorias" de la dirección de informativos

Véase:

viernes, 16 de noviembre de 2012

16-11-12: Los cantautores (III)


Tercera parte de este reportaje musical dedicado a conocer el mundo de los cantautores.
En esta ocasión , nos centramos en los cantautores más jóvenes.

La democracia

"La democracia consiste en que los explotados hagan lo que quieren los explotadores, pero que lo hagan por su propia voluntad."

Rafael Reig

martes, 13 de noviembre de 2012

Se vende tu salud

Pocas actuaciones humanas pueden considerarse tan miserables como comerciar con la salud, o buscar el lucro desmedido en la medicina. Si a ello unimos los procesos de privatización de lo que es de todos y el expolio y trasvase de dinero público a manos privadas de modo sistemático, nos hallamos ante la definición de la política sanitaria del PP de Madrid.

Ya se sabe: el partido del pueblo, está claro. 

Todas estas fotos han sido tomadas hoy en un hospital madrileño:



























sábado, 3 de noviembre de 2012

¿A quién no ayuda la huelga?


¿A quién no ayuda la huelga?
Esther Vivas

“La huelga no ayuda en nada a España. No ayuda a la imagen de España” decía el presidente Mariano Rajoy en una de sus primeras valoraciones de la convocatoria del 14N. Pero, ¿a quién no ayuda la huelga? Obviamente, a aquellos que se están beneficiando de la presente situación de crisis. Son estos a quiénes una huelga general no conviene y por eso, precisamente, hay que hacerla.

Casi seis millones de parados, una de cada cinco personas viven por debajo del umbral de la pobreza, 532 desahucios al día, más de un millón de personas pasan hambre… Nos sobran los motivos para ir a la huelga. Una huelga que no ayuda a Mariano Rajoy, ni a sus “amigos”, ni a los intereses de sus “amigos”. He aquí la razón de la huelga, un acto de fuerza contra los intentos de la minoría financiera de sacrificar a la mayoría de la sociedad para salvar sus negocios y aumentar sus privilegios.

¿Mala imagen? ¿Qué la huelga da mala imagen? Lo que me parece que realmente da mala imagen son las colas cada día más largas en las puertas del INEM, las detenciones preventivas a activistas sociales, los comedores sociales desbordados, la gente que es echada de sus casas, las declaraciones de Wert, las amenazas de intervención militar a Catalunya… Esto sí da mala imagen y muestra al mundo lo que hoy es el Estado español: un país golpeado de lleno por la debacle económica, con un régimen en crisis y con una clase política incompetente al servicio de una élite financiera depredadora.

Que nadie se sorprenda entonces si el Estado español se ha convertido en noticia internacional, al encabezar el ranking europeo de la desigualdad y el paro. Los sueños de grandeza de algunos se esfumaron y el papel internacional que le toca a hacer al Estado español es el del anti-ejemplo en casi todo. ¿Hay excepciones? Sí, claro. La gente que lucha en la calle, que protesta, que reivindica sus derechos, que no se resigna, que no tiene miedo, que pide justicia y democracia, que reivindica el derecho a decidir… Eso sí da buena imagen. El 15M fue una buena muestra, aunque a más de uno no le guste.

Un fantasma recorre Europa

El 14N tenemos huelga general y lo que es más importante, e inédito, huelga general en el Estado español, Portugal, Gecia, Chipre, Malta, Bélgica francófona y cuatro horas de paro en Italia. Parece ser que un fantasma empieza a recorrer la periferia de la Unión Europea, de esa Europa golpeada por la crisis, los ajustes, la deuda y la austeridad. Una huelga general que tiene que ser un primer paso para empezar a coordinar las resistencias a escala continental. El capitalismo es global y la respuesta tiene, también, que ser global, solidaria e internacionalista. Los sindicatos mayoritarios llevan un retraso histórico y hasta ahora no han hecho casi nada para coordinar internacionalmente las luchas. El 14N, aunque llega tarde, es al menos un paso adelante.

Una huelga general que no puede limitarse a ser sólo una huelga en los centros de trabajo. Hay que avanzar hacia una huelga social y ciudadana. Una huelga donde no sólo paren las empresas sino, también, las escuelas, los supermercados, los equipamientos sociales… y, en definitiva, los barrios y las ciudades; donde personas en paro, precarias, jubiladas… tengan su lugar y su papel; donde se creen comités de barrio para prepararla y grandes manifestaciones para ese día. Una huelga que tiene que ser una palanca para impulsar un proceso de lucha sostenido en el tiempo. Y para que después de una huelga general, como ha pasado en Grecia, venga otra y otra y otra.

El 14N no sólo debe servir para protestar por los últimos recortes de Rajoy. Hay que ir más allá.  Stop deshaucios, stop despidos, stop pobreza y stop deuda, es lo que pedimos. ¿Pagar su crisis? ¿Pagar su deuda? ¡Que no cuenten con ello! Vivimos una situación de emergencia social y las demandas de la huelga tienen que estar a la altura de las circunstancias, tomando el espíritu del 15M y del 25S “Rodea el congreso”, sin los cuales hace tiempo estaríamos vencidos.

¿Derecho al trabajo?

De aquí unos días, y a medida en que se acerque la fecha de la huelga, oiremos en tertulias y debates varios invocar el “derecho al trabajo”. Pero, ¿tenemos “derecho al trabajo” y a un trabajo digno los 365 días del año? Creo que no. Acordarse sólo del “derecho al trabajo” cuando hay huelga resulta sospechoso. Como tampoco creo que muchas personas en trabajos precarios, eventuales, subcontratas… puedan ir el próximo día 14N a la huelga sin arriesgarse a perder el empleo. Los piquetes en una huelga general son imprescindibles para garantizar que cada uno de nosotros pueda hacer huelga, al margen de las presiones de la patronal y para vencer a su piquete del miedo y la coacción, un piquete invisible, que no sale en los medios, pero letal. “Sin miedo” ha sido una de las grandes consignas del 15M, pero funciona mejor en la calle que en el puesto de trabajo.

Y, precisamente, porque queremos trabajar dignamente vamos a la huelga general. “Pero perderé un día de trabajo y sueldo… y para no conseguir nada” dirá más de uno. ¿Y cuánto vamos a perder si no paramos, si no nos manifestamos, si no hacemos huelga? Mucho más, sin lugar a dudas.


*Artículo publicado en Público, 02/10/2012.
**Más info: www.esthervivas.com